domingo, 4 de diciembre de 2011

Sin Título 6


El mundo verdadero, es el mundo tangible y como lo verdadero es real alguna vez también fue irreal, y como lo verdadero alguna vez fue real volverá a ser irreal como la historia que empezare a contar.

Y me bebí el mundo en una copa de luna eclipsada al sol de media noche, abriendo la puerta de la ventana, encontré en una jarra, miel dorada, de obreras dueñas de su vida y muerte. Al abrir la jarra me bebí hasta el último néctar espeso y ligero que moraba en este ya pegajoso recipiente,
En ondas de violines se desvanece la bulla ambiental, en ondas recorridas, chillantes, arroyantes y arruyantes en esta cama de viento que mi mente se ha formado en la chimenea de los grandes fuegos mientras el violín danzaba con el frenesí  de los dedos tormentosos en líneas de algún material.
Entre ondas, aromas y brotes de música en la luz del opuesto al blanco, resplandecerá un espíritu similar de color al comienzo verde que terminara eventualmente siendo café.