domingo, 22 de abril de 2012

Blanco y cristalino


Mientras en un lado se encuentra la muerte, en otro se encuentra comúnmente lo oculto. En una mirada se despliega mil años, mil muertes, millones de años encontrados en dos segundos que marcan la entrada no tan distante al portal, todo se encontrara en un número tres. Muchas flores en pares de colores resplandecen el lecho del encuentro, la luz y la oscuridad… la luz y la oscuridad tornaran en su andar un equilibrio antes dormido, antes muerto, renaciendo al poeta, al infierno, al cielo, lo eterno y lo divino.

Amantes de luna llena, de luna roja y del cielo violeta, trastornarán de nuevo el universo oculto. Tras una mirada simplemente, todo cambia drásticamente. Ojos llenos de tinieblas, de negro delineados atrayendo belleza artificial pero tan natural como aquellos labios que dejan volar su vida y transmiten tormentos.

Vocifera el encuentro inevitable, y en ese día, la vida no pone a una persona en el camino, tan sabia, tan fuerte y tan cambiante ha puesto dos caminos, ninguno bueno, ninguno malo, los dos el cielo y el infierno. Con un camino encontraras placer, demonios, vampiros y frío, dejando al viento inestable transitando el andar en perdición; con el otro camino encontraras, amor, pasión y perfección, al costo de enfrentar un ángel caído, poderoso y fiel a su alimento.

Con nervios, pero seguro transité un camino. Ella no deja mirarse, ni ver su alma, pero hay que ser un brujo para hechizar y comprender. Viento y fuego se han encontrado en un lecho de natura, en el lugar donde los ancestros ya los habían juntado antes. Árboles bondadosos y otros atacantes nos están haciendo compañía. Mientras el viento te transita deja puntos de cáncer, puntos crecientes en los cuales viviré y no cerrarán. Fuego se queja del viento, musita a su oído que es fuerte, pero el arderá más, viento acepta, sin escatimar recursos ahorca su cuello en infinito placer liberando colores no antes vistos en una hoguera. Fuego piensa que lo controlará atacando y absorbiéndolo, sin entender que pronto agotará su reserva de energía, pero tampoco le importa. Viento está seguro de su andar y en un remolino ha dejado preso e inestable al fuego. Tanta fue la respiración del elemento creador que descuidó su alimento y ha quedado sin reservas, ahora la gran hoguera estará a merced de respirarlo para alimentarse y vivir. Al momento de partida una sombra me ha seguido, una sombra que cobrará caro el precio de este encuentro.

Mientras me alejo, ya noto a esa sombra, a ese espasmo tan curioso, siniestro pero débil. Yo duermo  y me ataca, tratando de apoderarme de algo, quiere que lo alimente y no deje de hacerlo, quiere vivir de la sombra de la luz, quiere resplandecer su sombrío andar y volver a vivir en el cuerpo que cree, vulnerable será. Desde el primer encuentro me ha seguido y sin yo saber, ha tratado de llevarse mi luz en otros cuerpos, pero esta es fuerte y no dejará de crecer aunque los lazos estén débiles. En los sueños de mi otra parte ha tratado de seducir con su forma más dulce a quien me brinda protección infinita, a quien si, por protegerme fuera, me diera toda su vida sin rechistar ni pensarlo dos veces, a quien todavía me ama y el cáncer no ha cedido en su cuerpo. Con un beso tenebroso y electrizante ha sembrado el miedo, pero la luz es más fuerte y lo sabe, agotando este recurso trata de desvanecerme totalmente pero no tiene éxito, el cáncer es más fuerte.

Fuerte y poderosa esta sombra me ha mordido, mucha angustia sembró y entró. Indefenso e inestable pasé, pero, tras de mi, existen mil guerreros mas, mil guerreros de luz que saben cómo alejarla, como combatirla.

Mi hermana bruja me ha dejado su fuerza y no deja de estar conmigo, mi hermana luna me ha dado su luz y no deja de guiarme en las noches, mis abuelos y mis elementos presentes están en cada ceremonia, en cada lucha, en cada andar. Comprender que somos uno solo cuando camino, es encontrar lo divino y lo improfanable, aquello que la sombra no podrá tocar ni dañar, pero esta sombra es parte de mí, lo sé y lo siento, no la podré alejarla del todo, solo esperare el momento indicado para que vuelva a su causa, y a quien en otra vida la cedí para que la protegiese.

Un ciclo, un colgante y un deseo me han llevado por curiosidad o atracción al otro camino. Sin nervios pensé estar al momento que la vi, sin nervios y sin frio pase todo el día, convencido que no cambiaría, jaja tan equivocado estuve cuando me encontré con esta vampiresa. Dulce y curiosa, perseverante y objetiva, otro ente de magia, luz y oscuridad, el deseo en cuerpo y ser. Mientras camino junto a ella, de nuevo millones de años se vuelven a juntar, nada es desconocido pero le gusta la curiosidad y la aventura, indagar en la necesidad y el deseo. Sin percibir, sus ojos me han hipnotizado, y en la calidez de su cuerpo todo tiende hacerse frio. Temblando al lado del sol encuentro sus colmillos en una sonrisa tan segura y tan hermosa, no me ha dejado otra alternativa más, y mis colmillos también se hacen presentes. Ella dice que ha jugado con fuego, tierra y agua, pero esta vez se encontrara con el viento. Mientras preparaba revancha no ha dudado y ha robado mi fluidez, sé que me terminaré sin voluntad pero no me interesa, ahora el demonio se me ha presentado en mis labios y no dudare en revertir su juego. Entre vampiros nos entendemos y ninguno se tranquilizará hasta encontrar el alimento en esta noche sin luna visible. Entre mordidas jugamos, y cada vez más hambrientos nos quedamos. Cuando mi calma juega entre su cuello, ella vulnerable solo se deja llevar, y en el último momento de delicadeza para reverenciar su belleza, es mordida cambiando el juego. Me sigue afirmando que es el demonio, y sigo en pie con ser más terrible que ella. Juega al deseo y gana sin esforzarse, la tentación es fuerte y mientras más me muerde mas disfruto. Noche de tentación en luna negra, mi frio no fue eterno, antes del último momento se lo he pasado y me he quedado con todo su calor. Una promesa –no dormirás- es el pacto culminante de este encuentro.

En esa noche mientras veía el espejo, aparece con su sonrisa y sus colmillos más grandes que nunca, con sus ojos más intensos que antes, haciéndome presa de ella y yo sumisamente entregándome, en un beso y después en una de sus mordidas. El juego se volteo de nuevo.