Y ya han murmullado, frente a las ondinas he visto el sol
reflejarse. La montaña disfruta de la nube en la mañana, le ha pedido al agua que
la vaya a visitar, pues necesita un poco de su compañía para conversar y
quitarse la sed de todo su pensamiento.
Desde los confines de la ladera sigue todo su curso.