Salen sus guardianes, se apoderan de mí, ya no siento esa
garra que me sostenía, ahora es un aura celeste la que me mantiene en el aire,
una voz de dama suave al oído me comenta. Te has acercado tanto al volcán, gran
esfuerzo, gran valor, tus ojos me dicen la decisión que tienes, estas alas tras
tuyo no son algo sin valor, estas alas son el regalo del viento, al parecer te
has lanzado a encontrar respuestas. Cada vez que quieras o te arriesgues morir,
te acercarás más a la vida. Cuando encuentres al gran ave de fuego apareceremos
de nuevo y te diremos quienes somos. Anansi tejerá las historias que necesites.
Al primero que pude ver fue a un búho, no era el mismo que
había visto antes, este es de ojos tomates, ojos con vida de fuego, de plumas negras, blancas con
manchas amarillas, dándome la impresión de que fuera el cielo.
Detuve mi vista por unos momentos en aquel ser y desaparecí
de donde me encontraba. Desmayo, será? Sigo despierto, mis alas no abren, es
como si me tuviesen mecido.
Habitado, este lugar está inhabitado. La luna morada, de
frío cálido resplandece a la vista. Mirad la nebulosa, bruma de luz, despierta
a la luz bruma infinita, de vida, de sabios y saberes, de ignorancia creadora
del gran misterio. Ahonda tu música, resuénala y cántala, mastícala y
conviértete. Ondas de música infinita.
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