miércoles, 31 de agosto de 2011

Sin título 1


Iba sin razón por la calle empezando a calentar un poco las telarañas con las que me cobije bajo aquel portón en esa casa abandonada. Sin dinero y sin un solo recuerdo en la cabeza de la gran noche de ayer, me desperté solo para ver cómo me las puedo arreglar para la gran noche de ahora y un poco de comida.

No tengo la menor idea de donde me encuentro, estos árboles y casas no las había visto antes, o?, mmm, será?... mmm será que me estoy olvidando también los lugares?. mmm bueno no importa en fin mi día recién empieza como para preocuparme.

Por más que la busco no la encuentro, bien puede que no tenga idea del lugar donde me encuentro pero ella siempre aparece sin importar donde maldita sea esté, ¡¡mierda!! que hice ayer!.

Ya es medio día y la donna que había robado ya se le había pasado, y ya no tiene energías. Roe entre un basurero verde que estaba justo en una bajada de un barrio ya alejado del portón en donde durmió, rebusca y hambre una funda que parecía tenía un poco de jamón casi casi echado a perder (poco le importaba con tal que pueda ingerir algo con que llenar su estomago. Abrió la bolsa y había un muslo pero... no tenía aspecto de algo que conozca o haya encontrado antes en otro basurero.
Ya tiene gasolina y un tarro que si aguanta una hora bien puesta de llamas en su interior. Llena el tarro y con una varilla atraviesa el extraño muslo. Mientras le sienta la comida prefiere recostarse en el suelo.
Pasan dos horas y la voz le raspa por su garganta de lija. toma un poco de agua y la ansiedad por comida lo vuelve a llamar. Piensa -Este es mi día y va de nuevo al basurero y encuentra otro muslo del presumible mismo animal, Y rápido se apresura a sacar gasolina de un carro aparcado hace 10 minutos. Deja el auto sin gota de combustible y cocina su pierna en un bote que encontró en otro callejón.
Exhausto, de nuevo, decide dormir la noche ya con el estomago lleno. Se va a un parque, se saca unos cuantos periódicos y se acuesta en una rama. No pasa mucho hasta que queda dormido a las diez de la noche.
Dos de la mañana y con una luna llena, en su frente, digna de crear una marea que tranquilamente se llevaría a las personas en las orillas de una playa, empieza a sentir punzadas en su estomago y vomita una masa negra de quien sabe que, posteriormente tose sangre, pero en un momento todo acaba al caer accidentalmente por querer vomitar de nuevo.
A nadie le importa ver un hombre de la calle tirado bajo un árbol, con vomito por doquier y aparentemente durmiendo. A nadie le importa ver mas allá de sus razones.
La cara de este hombre ahora está cubierta por un periódico amarillista en el que se lee en primera plana "Se encontraron los restos cercenados de una mujer en un basurero, aun no se encuentran los muslos de la víctima, la policía investiga"