Iba sin razón por la calle empezando a calentar un poco las telarañas con
las que me cobije bajo aquel portón en esa casa abandonada. Sin dinero y sin un
solo recuerdo en la cabeza de la gran noche de ayer, me desperté solo para ver cómo
me las puedo arreglar para la gran noche de ahora y un poco de comida.
No
tengo la menor idea de donde me encuentro, estos árboles y casas no las había
visto antes, o?, mmm, será?... mmm será que me estoy olvidando también los
lugares?. mmm bueno no importa en fin mi día recién empieza como para
preocuparme.
Por más
que la busco no la encuentro, bien puede que no tenga idea del lugar donde me
encuentro pero ella siempre aparece sin importar donde maldita sea esté,
¡¡mierda!! que hice ayer!.
Ya es
medio día y la donna que había robado ya se le había pasado, y ya no tiene energías.
Roe entre un basurero verde que estaba justo en una bajada de un barrio ya
alejado del portón en donde durmió, rebusca y hambre una funda que parecía tenía
un poco de jamón casi casi echado a perder (poco le importaba con tal que pueda
ingerir algo con que llenar su estomago. Abrió la bolsa y había un muslo
pero... no tenía aspecto de algo que conozca o haya encontrado antes en otro
basurero.
Ya
tiene gasolina y un tarro que si aguanta una hora bien puesta de llamas en su
interior. Llena el tarro y con una varilla atraviesa el extraño muslo. Mientras
le sienta la comida prefiere recostarse en el suelo.
Pasan
dos horas y la voz le raspa por su garganta de lija. toma un poco de agua y la
ansiedad por comida lo vuelve a llamar. Piensa -Este es mi día y va de nuevo al
basurero y encuentra otro muslo del presumible mismo animal, Y rápido se
apresura a sacar gasolina de un carro aparcado hace 10 minutos. Deja el auto
sin gota de combustible y cocina su pierna en un bote que encontró en otro
callejón.
Exhausto,
de nuevo, decide dormir la noche ya con el estomago lleno. Se va a un parque,
se saca unos cuantos periódicos y se acuesta en una rama. No pasa mucho hasta
que queda dormido a las diez de la noche.
Dos de
la mañana y con una luna llena, en su frente, digna de crear una marea que
tranquilamente se llevaría a las personas en las orillas de una playa, empieza
a sentir punzadas en su estomago y vomita una masa negra de quien sabe que,
posteriormente tose sangre, pero en un momento todo acaba al caer accidentalmente
por querer vomitar de nuevo.
A nadie
le importa ver un hombre de la calle tirado bajo un árbol, con vomito por
doquier y aparentemente durmiendo. A nadie le importa ver mas allá de sus
razones.
La cara
de este hombre ahora está cubierta por un periódico amarillista en el que se
lee en primera plana "Se encontraron los restos cercenados de una mujer en
un basurero, aun no se encuentran los muslos de la víctima, la policía
investiga"