Vamos ya inescrupulosa
amada mia, dejemos que las luciérnagas de los postes y esta enferma ciudad nos
den un poco de alegría junto a estas cuatro botellas que acabamos de hurtar,
ves! La tienda no tenia la mas mínima seguridad, mientras tengamos tiendas como
esa no pasaremos noches sin alcohol.
Si vida mía, nos
hace falta alcohol pero pronto conseguiremos mas, esperemos un poco que nos surta efecto.
Tres botellas de
el trago más caro que he podido tomar en toda mi asquerosa vida, y pensar que tendríamos
cuatro, pero una cambiamos por un buen tanto de nubes con sabor a diablo.
Si es cierto amor,
mi herida está fresca pero mientras tenga amarrada esta funda no me pasara
nada, mañana podré ir con un amigo para ver que se pueda hacer con esta bala.
Y lo disfrutaría más,
mucho más si no fueras, tu mi compañía, una calavera que aun huele a perfume de
putrefacción y tiene restos de tu blanca, dulce y tersa piel.