Anduve cinco segundos más en tan hermoso mundo, en cada
momento este se iba haciendo más reluciente, tenía más vida, hasta que la luz
tomo todo el entorno y se encargo de encogerse en un orbe multicolor.
Tornándose cada vez de un color rojizo predominante, a veces más claro, a veces
más oscuro o cargado, y en otras simplemente negro con anillos de electricidad rojos rodeándolo. Se ha calmado y quedado como
un punto diminuto blanco, toda la energía que despedía parece haber sido
absorbida por el mismo punto. Rotó sobre sí nueve veces, y a la decima ha
explotado, de nuevo un millón de luces han llenado el espacio negro, su
diferencia ahora es su duración, se esparcen y desaparece.
Todo de nuevo se vuelve totalmente negro. Aun no sé si fue
un sueño.