Un reencuentro con el hada, volver a escribir junto a ella
es invaluable.
Déjame volar en el
suelo de tu ráfaga, solo tendrás que mecerme y yo no me moveré más que para
seguirte. Ser de altas temperaturas, de brisas huracanadas y de una alta fuente
de vida.
Desde que en tus ojos entraron destellos a tu corazón, la
fuente no ha dejado de exhalar ríos de fluidos electrizantes, misteriosos.
Desde que las líneas rozaron con tu pensamiento, estas han
ido en espiral al cielo de tu creación.
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