No pretendo que entiendas, no me interesa si no te importa.
Buscaste entender la mirada, y al verla encontraste el cielo y la tierra en un
sentimiento. Seguiste viendo y en un par de segundos entraste en tu mente, te
has puesto a pensar en tu vida y la mía, tan opacas al compararlas, tan claras
al verlas en su individuo.
Sigues navegando pero en horas de segundos te has planteado
seguir volando, soñar como si la vida no sea un sueño, solo una realidad del
mismo sueño.
De labios rojos, eternos están guardados los secretos. A
veces es, y en otras, no es, siendo lo mismo, en el máximo del mínimo,
partiendo la tierra en un millón de partes que siguen en sí misma.
No pretendo que entiendas, pero si comprendiste. No creas
que es casual, tal vez fácil, tal vez difícil. Solo algo se te hará familiar,
solo algo te impulsará a seguir. No leas textual, yo no hablo en líneas, yo no
hablo en algo. A la final todo se habla y todo se calla. Pero jugando
entendemos su naturaleza.
No es mi persona actual, son todas. No soy uno soy todo, sin
dejar de aceptar mi estado y mis estados. Ser una parte, un sueño continuo,
propio y pseudo prestado. Entodavia muchos conocen todo, solo pocos se dan
cuenta de su ignorancia, y conociendo un poco son iguales que tu y diferentes
en distinto grado.
Caminaré y cuando me canse de hacerlo, volaré. Volaré para
convertirme en Cóndor siguiendo la
música del aire, hablando ahora en línea, pues hay cosas que son reales y están
en el sueño.
Sabio el que
llegó a ver su alma.
Sabias las palabras que retumban como tambores,
no es estar aislado, no solo es un mundo pero… siempre será tu vida del sueño.
No pretendo que entiendas, somos iguales.