martes, 26 de marzo de 2013

Lujuria y Amor


Y donde están las piedras del camino, que  me han guiado hasta este punto. Donde quedaron? Me pregunto ahora.
Aun no se acaban las piedras ni murallas que pongo y construyo en mi panorama.

Camino y camino, a qué hora me tocará llegar?. Son las siete y treinta de la mañana, con lluvia, con sol y este camino estrellado. Acobardas la hora de su llegada puesto que no necesitas aun llegar, o tal vez no te has decido en seguir, realmente has llegado donde te han dicho pero, alguna vez te has contado la historia de tu vida?. Me preocupa el momento pero no tengo de otra, ahora es el día!.

Sus ojos se acaban de inyectar sangre, la presión está totalmente agolpada en su mirada, y que! No le importa no le han contado, ni se ha buscado una explicación para este fenómeno sin razón.  Espérame, espérame! Ya llego, no te vayas, hoy no es mi día, como es posible que no esté funcionando el transporte público con normalidad, justo ahora.

Mientras voy llegando, sigo preocupado. Estaré bien presentado para verme contigo? Bueno ya no importa no puedo hacer mucho. Alguna vez escuché, que si alguien tiene un cambio repentino en su vestimenta o imagen, esta persona se sentirá extraña. Que tanto dependemos de nuestra ropa o apariencia para ser… mmm nosotros?, y ahora?, quien soy?.

Dios!! Estos problemas que me llegan y llegan, como pueden estar tranquilos muchos de esos llamados sabios, estado espiritual elevado?, no lo sé, pero vivir en calma eso es un invento de algún loco, hay tantos problemas por vivir.

Ya! Dos cuadras más y  llegaré, veinte minutos tarde!! Como podré disculparme, espero no se encuentre de mal ánimo.

Así como el fuego tirita en el frío para expandirse, una sensación helada ha entrado al pecho. Cuando al llegar y tratar de identificar a su compañera, en un pestañeo ella cruza la calle, y en otro cae y es aplastada el cuello, la mandíbula y sus clavículas por un carro infortunadamente, ahora involucrado.

Solo pude ponerme a vomitar y a vomitar. La sangre que ella vertía empecé a expulsar yo, por mi boca. La gente trata de alejarme de ella, pero no pueden. Mi cuerpo solo se tambalea ante ella, mis ojos la miran mientras mis manos frenéticas no pueden dejar de tocar su desfigurado rostro, mi boca empieza a morder su cara, sus pedazos son un néctar para mi gusto. La miro y miro y un túnel se ha empezado a formar en su entre cejo. De puro instinto este túnel me llama a abrirlo. Clavaré mis uñas en sus bordes y lo expandiré.

Logró abrir el túnel al poner todas sus fuerzas en las manos, y este lo ha tragado. Se siente con una energía roja por todo su cuerpo. Está en una completa tiniebla, una maya de humo negro. Su cuerpo desprende apego y delirio aun ante el cuerpo de su compañera. Frenético impulso de tristeza, lujuria y amor.

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