Asi con una pluma blanca. Asi con las flechas en la entrada
de la palabra y sus direcciones, para donde el corazón las lleve y nos lleve. De
cantos, de colores, de vida, de animales y el ocho acostado. Aquí estamos, solo
recuerda, hace cuantos años que no venias, pero te encuentras aquí. Dentro de la tierra, acuérdate, agiliza las
descargas eléctricas de tu cerebro, agiliza el rayo curandero de tierras
remotas.
Mírame, que tus ojos tienen algo que contar, mírame, tal vez
tengamos que aprender entre los tres. Describe el humo de colores en la noche
intensa, solo reflejos, solo la caricia de un viento interior. Prende tu
tabaco, el fuego quiere hablar, prende tu vida, el mundo quiere soñar. Las lágrimas
brotan a mil, gózalas con lágrimas de niños.
Por las relaciones, del cielo y la tierra, por su
comprensión de uno solo y no separado. El fuego tirita y tirita, mientras el
agua calma. Encuentra el azul, encuentra ese verde tan único, ese morado y
encuentra tus demás colores. Dejan todo, uno no sabe., su curación estima el
alivio del mundo, uno deja todo, todos sabemos.
Entre risas de medicinas, la sonaja expande y nos llama a
ser la música. Mil colores fuera del círculo, millones de esferas moradas tal
cual la tierra prometida, se muestran en cada momento. Lo que cobra vida no es
el mundo externo.
En manos del oeste se ha perdido el sur.
En manos del misterio, en camino al este volvió el sur.
En manos del misterio, en camino al este volvió el sur.
Para obtener todo, a veces hay que despojarse de todo lo que
retenemos. Que pisas? Que cargas? Por mis relaciones, mi vida para poder
enseñarte y enseñes. Los tiempos de discreción reservada ya han acabado, ahora
es tiempo de tener miles de hectáreas de árboles de sueños, que sanen lo que
hemos contaminado. Se acabaron los tiempos de oscuridad para la semilla, la luz
ha llegado nuevamente y es tiempo de nacer todos, una vez más.
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