Ondea en la estrecha vía por la cual danzas para llegar a mí.
A gritos mi pecho se llena por verte completa. Caminaré hasta tu cuello, besaré
tus ideas y desenvolveré en placidos suspiros todas tus dudas sobre tus poderes
en este universo y en todos los que ya has estado.
Miras con inocencia, pues sabes que de otra manera conoceré
tus secretos. En todos tus velos misteriosos guardas cautelosa a cada uno de
tus amores, pero aún así, yo soy el séptimo velo, yo soy quien has reservado
hasta el final, en mí está la danza que necesitas culminar y la energía que
necesitas conocer para completar tu aprendizaje.
Mírame como si una serpiente fueras, pues como jaguar espero
tu llegada. Mírame como si tu única opción fuese apartarme de toda esta realidad,
ya que a tu llegada, en mi presa te convertirás.
Entre mis espadas has venido a danzar, sutil y certero el
movimiento de tu cuerpo es. En tu ombligo se encuentra el movimiento del universo.
Confunde mis ojos a manera de coqueteo, confunde mis piernas en la danza del deseo,
y cuando creas oportuno acércate, arriésgate, vence las espadas de mis brazos y
tómame como tu presa, cesa cada movimiento de mi parte al destapar el último
velo.
Destapa la última maya y no me dejes enterar de que otra
realidad existe, solo llévame a danzar contigo cada que tu último velo sea
destapado, cada que toda realidad existente sea nula.
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