Tantas ratas
habitan la ciudad, prefiero las ratas que la gente.
Desfasa la línea de
tiempo de nuevo con resultados demasiado drásticos, no solo se ha marcado el
inicio de un nuevo tiempo sino se ha terminado con: “tiempo, tiempos y medio
tiempo”. Ya vamos una semana y todo es diferente, la gente ya no está, no se qué
hacemos un puñado de personas en este sitio tan extenso como es el centro de
esta ciudad.
Las tiendas están
intactas pero no hay gente por ningún lado, insisto no pensé que la luna roja
la cual precedió esta desaparición fuera tan fuerte como para un cambio tan
extenso.
Por cierto acabo
de encontrar mi cuerpo en mi apartamento, ya no distingo en que mundo vivo.