Paralizante tu
sustancia,
Paralizante tu
sabor,
Por tu instancia
Y tu olor.
No sabré cuantas
veces me tendré que quedar para ver cómo se va la luna y entra el sol a la
ventana, escuchando muchas voces que salen del horizonte donde se está muriendo
la luna al ver que el sol quiere encontrarla.
Viendo al sol
celoso al saber que pase con la luna la noche, me ilumina completo y por breves
instantes mira mi noche reciente y la borra de mi mente para acabar un poco con
el registro de los amantes de cada noche de este blanco destello que huye de él
todos los días.
Borracho y solo
quiero recordar: un solo sonido debajo tu piel, no pido mas solo quiero
recordarte en mi peor estado, el mejor momento que viví a tu lado.
Vuelvo a la casa
en busca de un poco de esperanza, pero no encuentro nada de esos viejos tiempos
en que todo era calma. Ahora solo encuentro las paredes negras llenas de tus
putos problemas que hacen que todo se altere. Me prendo un tabaco y empiezo a
pensar como te puedo ignorar, continuo pensando en un quehacer pero me
desconcentras con tus palabras comparables a los ladridos de un perro que solo
quiere atacar.
Llegó, si, llegó
el momento, tu cuello está completamente cernido por mi cuchillo que no vaciló
en extirpar tus cuerdas vocales.
Tres días viéndote
como te descompones y sin dejar escapar un solo segundo, me hacen recordar de
nuevo todas tus malditas palabras que caían y siguen cayendo sobre mí como
disparos a mis rodillas.
Ahora nada es
igual, todo cambió, nada es igual y seguirá cambiando. En las noches ya no
puedo andar y en el día no puedo soñar, a cada hora te miro a ti descomponerte,
pero aun siento como me miras en tus fotos, como todavía respiras en ellas,
como reverberas en toda mi estropeada mente victima eterna de ti.