lunes, 7 de noviembre de 2011

Paralizante


Paralizante tu sustancia,
Paralizante tu sabor,
Por tu instancia
Y tu olor.
No sabré cuantas veces me tendré que quedar para ver cómo se va la luna y entra el sol a la ventana, escuchando muchas voces que salen del horizonte donde se está muriendo la luna al ver que el sol quiere encontrarla.
Viendo al sol celoso al saber que pase con la luna la noche, me ilumina completo y por breves instantes mira mi noche reciente y la borra de mi mente para acabar un poco con el registro de los amantes de cada noche de este blanco destello que huye de él todos los días.
Borracho y solo quiero recordar: un solo sonido debajo tu piel, no pido mas solo quiero recordarte en mi peor estado, el mejor momento que viví a tu lado.
Vuelvo a la casa en busca de un poco de esperanza, pero no encuentro nada de esos viejos tiempos en que todo era calma. Ahora solo encuentro las paredes negras llenas de tus putos problemas que hacen que todo se altere. Me prendo un tabaco y empiezo a pensar como te puedo ignorar, continuo pensando en un quehacer pero me desconcentras con tus palabras comparables a los ladridos de un perro que solo quiere atacar.
Llegó, si, llegó el momento, tu cuello está completamente cernido por mi cuchillo que no vaciló en extirpar tus cuerdas vocales.
Tres días viéndote como te descompones y sin dejar escapar un solo segundo, me hacen recordar de nuevo todas tus malditas palabras que caían y siguen cayendo sobre mí como disparos a mis rodillas.
Ahora nada es igual, todo cambió, nada es igual y seguirá cambiando. En las noches ya no puedo andar y en el día no puedo soñar, a cada hora te miro a ti descomponerte, pero aun siento como me miras en tus fotos, como todavía respiras en ellas, como reverberas en toda mi estropeada mente victima eterna de ti.